"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

www.surda.se

 

 

18-08-2008

Julio Preve Folle

 

Una resolución curiosa del MGAP

 

 

Julio Preve Folle es un técnico altamente calificado de clara filiación neoliberal.
En este artículo le "da una cachetada técnica" al Ministerio de Ganadería. Tiene toda la razón, en lo esencial del razonamiento.

 

Resulta que, según la resolución reciente del MGAP un señor propietario de 250 hectáreas de campo, CONEAT 200, que viva en Colonia, ciudad, a menos de 50 km. de su unidad productiva, que plante soja, obteniendo una utilidad neta razonable de 400 dólares por hectárea, contratando los trabajos, y obtenga 100 mil dólares limpios de polvo y paja por año (150 mil pesos por mes prácticamente netos, ya que según la reforma tributaria no pagaría IRAE) sería considerado "productor familiar", teniendo teóricamente derecho a ayudas estatales. Una vergüenza más de este ministerio.....que ya está compitiendo seriamente por la medalla "peor MGAP de la historia".


En otras ocasiones hemos advertido acerca de las cortinas de humo que ofrecen algunos conceptos que se vienen divulgando, en especial por parte del MGAP.

CORTINAS DE HUMO.

Una de ellas, la más reciente, es el del cuidado del suelo, algo en lo que todos estamos de acuerdo pero que en realidad se ha introducido como un pretexto, aun no desarrollado, para detener el progreso agrícola en el país. Nuestro artículo de dos semanas atrás daba cuenta del destrozo a que puede someterse la agricultura si, so pretexto de un cuidado oficial del suelo, hubiera que pedir permiso cada año al MGAP para realizar un cultivo.

Otras cortinas de humo surgen por ejemplo de la preocupación ministerial por los precios de los alimentos, concretada en acuerdos logrados a veces por medio de amenazas, cuando al mismo tiempo la inflación se acelera promovida por el mismo gobierno a través de su política de crecimiento del gasto. Qué decir del recordado gasoil productivo, simultáneo a la política de emparejamiento del precio de aquél con la nafta, basado en una equivocada política para justificar el mantenimiento de un refinado nacional. Y podemos seguir con la promoción de la equidad -"que pague más el que más tiene"- en simultánea con la mayor presión tributaria sobre el trabajo respecto del capital, de las familias con hijos respecto de las que no los
tienen, etc., todo ello contenido en la inicua reforma tributaria, tardía y parcialmente emparchada. Tampoco me quiero olvidar de la promoción de la lechería nada menos que con la "novedad" de la creación de dos institutos; o la promoción de la agricultura familiar a través de la administración de importaciones, tardíamente neutralizada por el MEF, de múltiples productos de primera necesidad.

Y, por supuesto, seguimos esperando que, luego de la eliminación de las sociedades anónimas en el campo, se logre resolver algún problema social que el anonimato de las acciones supuestamente promovía? Todas
son cortinas de humo.

OTRA SORPRESA.

Ahora nos volvemos a sorprender con el conocimiento de una resolución del MGAP que se propone definir una categoría que supuestamente marcará el ámbito de las ayudas oficiales y sobre todo, en mi opinión, la esfera de influencia de la recientemente creada Dirección General de Desarrollo Rural, un ministerio dentro del Ministerio de Ganadería.

La resolución del 21 de julio establece la necesidad de una definición que permita acotar las políticas diferenciadas dirigidas a la agricultura familiar, mediante algunas precisiones. Estas son: la realización de la actividad con hasta un máximo de dos empleados permanentes o su equivalente en zafrales; explotar hasta 500 has Coneat 100; conformar el ingreso principal a partir de la actividad agropecuaria; vivir en el predio o a no más de 50 km de él.

Es buena cosa definir en base a algún criterio, los límites de la asistencia que un gobierno pretende desarrollar. Y más aún cuando se trata de caracterizar la llamada agricultura familiar, categoría ésta que puede significar de hecho cualquier cosa. En efecto, no se ha encontrado un término que refiera con precisión a la producción agrícola familiar. Una definición conceptualmente aceptable para mí, que copio es la siguiente: "La agricultura familiar es un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas, la agricultura es la principal ocupación y fuente de ingresos del grupo familiar, la familia aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación, y la producción se dirige al autoconsumo y al mercado conjuntamente". Pero para que un productor caiga en esta categoría y se pueda fácilmente demostrar que la integra, deben apelarse a generalizaciones como la que plantea la resolución del MGAP u otras. Y además, nada nos dice que un productor familiar así entendido sea frágil desde algún punto de vista.

El tema es un gran lío porque se ha usado la categoría de "familiar" no queriendo calificar a una determinada población de productores con su verdadero nombre: pobre, o al menos vulnerable. Sonconocidos los estudios de modelización a partir de datos censales, que definen la agricultura familiar como la desarrollada en explotaciones que ocupan menos de 25 jornadas asalariadas por año. Pero esta categorización no ha permitido concretar acciones diferenciales de política pública; en efecto, entre los productores familiares así definidos los hay de rubros exportables y exitosos -por ejemplo, carne vacuna- de rubros granjeros no competitivos, productores pobres y quienes no lo son, capitalizados o no, con rentas anuales de cierto porte o reducidas. Y esto es aun más difícil si se incorpora una mirada, por ejemplo,regional. Encontrar tipologías que signifiquen algo parecido desde el punto de vista de las acciones futuras en los países de la región no parece sencillo; y pretender abarcar en unas pocas categorías toda la agricultura familiar genera no pocas confusiones. El campesinado andino, los pequeños productores empresariales, ganaderos y lecheros del Uruguay, los tamberos pequeños de Brasil, los tabacaleros de Argentina, las comunidades mapuches, los cañeros de Tucumán, tan distintos a los del Nordeste brasileño o a los de Bella Unión; todos integran la agricultura familiar con significados políticos muy diferentes.

CARICATURAS.

Para Uruguay ha quedado definido, por la resolución, un modo de probar la condición de productor familiar, y de esta forma de su elegibilidad para la aplicación de políticas diferenciadas. Pero lo que se detalla es en verdad una caricatura de productor vulnerable. ¿Por qué? El límite de 500 has supone que el 86% del total de 57 mil explotaciones, y el 25% del área caerían en este estrato según el Censo del año 2000. Esto, con dos empleados permanentes, es probable que incluya a casi todos los ganaderos de hasta 500 has que por supuesto no son vulnerables, o al menos no muchos de ellos; y que son ciudadanos cuyo capital hoy puede estar en US$ 1,5 millones, abarcándose además con esta categorización a la mitad del sector arrocero, a una parte considerable de la agricultura, quizás una buena parte de la hortifruticultura, etc.

En definitiva, ya estamos esperando que el MGAP nos diga que la mayoría de la producción se desarrolla en unidades familiares, lo que así definido no querrá decir absolutamente nada en Uruguay. Ya que la idea es recoger declaraciones juradas para ingresar a esa categoría, que habilitará a ser destinatario de diversas ayudas, bien podrían haberse recogido declaraciones sobre niveles de ingresos de todo el núcleo familiar, rurales o no, y hasta chequearlos con la información de la inicua reforma tributaria. Esto sí hubiera agregado seriedad; que el titular de cualquier ayuda declare juramentado que en su hogar no ingresan más de tantos pesos en el año, viva donde viva.

Es en efecto el hogar rural la unidad de análisis idónea para seleccionar poblaciones vulnerables, y ésta era la línea que hasta no hace mucho seguía el MGAP, en consonancia con lo que se hace en el mundo. Porque así como está redactada la resolución, ayudar a un ganadero de 350 has que viva a no más de 50 km del campo (?), o a un arrocero de 50 has o a un fruticultor de 10 has, servirá para dar motivos de trabajo al MGAP, pero podrá ser también una gran injusticia.

La producción familiar definida por el MGAP no significa nada. En cambio, el intento de definir hogares rurales vulnerables en su ingreso, incorporando otros elementos de vulnerabilidad que incluso van más allá de lo económico, por ejemplo educativos, ese sí es un buen objetivo, que sigue esperando.

 

 

 

Copyright © 2007 SURda All rights reserved. webmaster@surda.se     Portada |  Nuestra opinión |  Notas |  Enlaces |  Anteriores |  Internacionales |  Organización |  Libro de visitas |  Contactarnos
Economía